Miguel Ángel Espino.
fue un escritor, periodista y abogado salvadoreño
(Santa Ana 17 de diciembre de 1902 - México, D. F., el 1 de octubre de 1967).
Nació en el seno de una familia de literatos, fue hermano del joven
poeta lírico Alfredo Espino, autor de la antología Jícaras Tristes y su abuelo
materno don Antonio Najarro (1850-1890), publicó la obra poética Ecos del Alma.
Se casó con doña María Luisa Nieto.
Durante los años 20, trabajó como periodista en los diarios de la
época: Diario Latino y La Prensa. Él ingresó a la Facultad de Jurisprudencia y
Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador en 1921; en 1927 viaja a
México, para trabajar en la Delegación Diplomática de su país, allí habría de
culminar su doctorado en Jurisprudencia en la Universidad Nacional Autónoma de
México UNAM en 1928.
Se dedicó a la narrativa, desde su juventud. A los 17 años publicó
Mitología de Cuscatlán, recopilación de antiguas leyendas indígenas. Además
publicó una colección de cuentos titulada Como Cantan Allá (1926). Publicó
también dos novelas: Trenes(1940) y Hombres Contra la Muerte (1947), su obra
más reconocida, ambientada en Belice; ambas fueron traducidas al inglés y al
francés. El Gobierno de El Salvador le otorgó en 1948, un premio literario, por
su obra Hombres contra la Muerte.
La prosa de Espino ha sido descrita como "valiente y audaz"
por atreverse a romper mitos acerca del pasado indígena. En general, el
objetivo primordial siempre es dar a conocer a los salvadoreños la cultura de
los antepasados y demostrar que pueden retomarse costumbres y tradiciones.
Expresó en varias ocasiones que su mayor sueño fue el de educar a los indígenas
que aun existían para que se integrasen a la sociedad moderna, fomentando así
sus aportes a la cultura.
No suelen hacerse comparaciones con su hermano por la profunda
diferencia de estilo entre ambos; sin embargo, existen ligeros puntos en común,
por ejemplo la forma detallada de describir cada elemento percibido por medio
de metáforas y símiles. A pesar de haber crecido juntos, Miguel era mucho más
realista que Alfredo, viendo el mundo (y describiéndolo a través de la
literatura) de una forma más real y palpable, como reflejo inequívoco del
pasado.
Expresó reiteradamente su profunda admiración por Alberto Masferrer, al
cual calificaba de maestro, dándole el apelativo de "Apóstol de la armonía
social en El Salvador"
Sus últimos días
En 1951, debido al daño que le causó un derrame cerebral, tuvo que
poner fin a su carrera literaria, evitándole acabar su novela inspirada sobre
el caudillo centroaméricano Francisco Morazán. Su familia lo trasladó a México,
donde permaneció retirado los últimos años de su vida.
Homenajes
En su honor, la Universidad "Dr. José Matías Delgado"
organiza anualmente una semana de la lectura literaria con el nombre de Espino,
enfatizando el valor de la lectura para la educación, tal como en su momento lo
habría fomentado el escritor. Dicha celebración incluye presentación de nuevos
textos, representaciones teatrales, exposición de pinturas y diversos talleres
para nuevos escritores. Además, se organiza un congreso centroamericano de
escritores.
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